No voy a cambiar ni el título para no perturbar la belleza de este vídeo tan maravilloso que me ha hecho llegar mi amigo Antonio Solano, profesor de Lengua y Literatura de los que conviene seguir bien de cerca.
Es espectacular la simplicidad, suavidad, música y tacto con que está elaborado el vídeo.
Te dejo con él y muy probablemente, después de verlo, entenderás un poco mejor mi pasión por la sucesión de Fibonacci, el número aúreo y, por ende, el título de mi blog.