Por Luis Miguel Iglesias Albarrán para Carnaval de Matemáticas
Pues si … (y II) y espero que sean muchas más, las que haga falta, hasta que todo vuelva a fluir de manera natural y no sea necesario llamar al ejercicio, despertar, motivar, sacar a flote el interés de los estudiantes por la elección de estudios universitarios en Matemáticas conducentes finalmente a la profesión de matemátic@
Como dicen por ahí que los matemáticos somos un poco «raritos», esta entrada es precisamente eso, «un poco rarita». Lo que hago en ella realmente, más que aportar nada completamente nuevo, es recoger el testigo a modo de Pingback del magnífico artículo escrito por el compañero Javier Oribe, bajo el título: Estudiar matemáticas, ¿y por qué no?,para la segunda edición del Carnaval de Matemáticas.
Cito a continuación, el comienzo de su post donde recoge el guante de mi artículo inicial sobre el asunto que nos ocupa y que, a la vez, recojo desde esta misma entrada para, relanzarlo y, hacer un llamamiento a continuar en este camino. En fin, un follón. Un follón que, en mi modesta opinión, merece mucho la pena.
En la pasada edición del Carnaval de Matemáticas nuestro compañero Luis Miguel Iglesias publicó una interesante entrada en su blog titulada “Tiempos de crisis, titulación con futuro. Hazte Matemátic@“, en la que describía cómo la Licenciatura en Matemáticas (ya Grado en muchos sitios) está sufriendo una alarmante carencia de alumnos. Me resultó un tema tan interesante que he decidido aportar mi granito de arena para tratar de dar a conocer esta carrera, que estoy convencido escogería mucha más gente si se comprendiera mejor en qué consiste y qué puertas nos puede abrir.
Creo que, aunque he sido bastante breve, ha quedado suficientemente claro, el objetivo doble de esta entrada:
1.- Mostrar, enlazar, el excelente artículo de Javier Oribe, publicado para la segunda edición del Carnaval de Matemáticas. Recomiendo la lectura completa de su entrada, Estudiar matemáticas, ¿y por qué no?
2.- Hacer una llamada a continuar con esta cadeneta pro-reclutamiento de estudiantes universitarios de Matemáticas. (*)
(*) El objetivo 2, nos puede llevar a engaño y por ello quiero hacer una matización al respecto. No se trata de llenar las facultades de Matemáticas, así como así.
Cantidad, como bien sabemos, no es indicador de calidad.
Pero, si es realmente importante tener en cuenta que: si la cantidad no llega siquiera a cubir el mínimo de profesore/as necesarios para impartir Matemáticas en los Institutos, puede ocurrir que, estemos entrando en un círculo vicioso y, entonces, si que tendríamos un verdadero problema con consecuencias muy negativas y de difícil solución.
Soy optimista y pienso que aún estamos a tiempo de curarnos, estamos enfermos, pero tenemos arreglo.
Por último quisiera recordar que:
La prevención, siempre, siempre, es la mejor medicina, la más econonómica y con menos efectos secundarios, para la curación.
Personalmente, con la crisis no veo que la carrera de matemáticas tenga especial salida, ya que a la habitual de docente, si se miran ofertas de trabajo en páginas especializadas (léase «infojobs»), no aparecen muchas ofertas disponibles
Hola. Soy uno de los comentaristas que «criticó» el artículo del señor Oribe.
Sin desmerecer el esfuerzo que hacéis, que es brillante y oportuno, creo que seguís sin ir al quid de la cuestión sobre por qué pocos alumnos escogen Matemáticas. Un punto importante y que mencioné en uno de mis comentarios en el blog de Javi, es que la carestía de alumnos no se basa en el input de alumnos de nueva entrada en las facultadas sino en el output o número de los que salen sin acabarla, es decir, la tasa de los que abandonan, cifra mucho más alarmante de lo que es normal no ya en una carrera de Letras (y no quiero entrar en una guerra Letras versus Ciencias) sino de cualquier carrera de ciencias. Es decir, por mucho que entren más y más estudiantes nuevos procedentes de bachillerato o ciclos superiores, el problema no es sólo lo que estos escogen una vez terminan sus estudios secundarios, sino lo que se encuentran una vez hecha la elección. Ejemplo clasiquísimo: ¿cuántos alumnos de bachillerato han visto, en clase (no digo por su cuenta, extraescolarmente), una demostración matemática? El golpe que se encuentran al llegar a primer curso de la carrera de Matemáticas es tal, que muchos, muchísimos, abandonan. O, ¿por qué ese cambio brutal de la didáctica de las matemáticas al pasar de bachillerato a la carrera? Si la inmensa mayoría de los alumnos de estudios secundarios consideran las matemáticas un «hueso» entre el resto de asignaturas, ¿qué apelativo creen entonces que pondran dichos alumnos a las matemáticas de nivel de carrera, siendo el método de enseñanza de éstas en las facultades aun más lamentable que en secundaria?
Gracias por tus enlaces y por tus calificativos, Luis Miguel!
Tienes toda la razón cuando dices que hay un trabajo duro por hacer, fíjate si no en algunos de los comentarios que me han dejado.
Pues hala, manos a la obra!
Un abrazo.
Link agregado, saludos!