Para que luego digan que las matemáticas son frías y no valen para expresar sentimientos 🙂
Ahí va un buen ejemplo;
Querida hipotenusa:
Deseo que te encuentres bien de salud en compañia de tu familia “triángulo”, ¿qué se cuentan tus hermanos menores “catetos 1 y cateto 2”?. Recuerdo que la última vez te ayudé a encontrarlos.
No imaginas que ancho y largo es el recuerdo de tu figura en mis retinas, el perímetro de tu figura que me hacia estallar haciéndome ver asteriscos por el universo; tu altura soberbia, tu cuerpo que visto desde cualquier ángulo levantaba enigmáticos postulados; tus áreas volcánicas que causaban erupción al verlos; tus líneas curvas en la parte posterior parecían reventar, tus ojos eran como 2 pozos cilíndricos iluminados y tus labios como 2 paréntesis dormidos cuya teoría y práctica me hacían suspirar.
Como anhelo que pase pronto los 2 días que nos separan y que la intersección de nuestros conjuntos no sea vacío. Recuerda que tu eres mi complemento y suplemento, sin tí soy un ángulo agudo “alfa” y deseo todo el ángulo de tu amor; y no traces la bisectriz, pues no deseo compartirte con otro ángulo.
Mi amor por tí será infinito, si y sólo si, no te sales por la tangente; porque de ser así, te juro que te saco la Cotangente.
Me despido con infinitos besos matemáticos.
Hermoso, Blanca. Realmente hermoso. (Gracias)^{+oo}
Aunque lejos de ser uno de los #jóvenesXXI, quiero aportar mi granito de arena a la inspiración… que habitaba por uno de mis cuadernos de papel y lapicero… ¿me dejas profe?
«Y la boca entreabierta
dejaba salir el dolor,
porque la semirrecta
quedó fija de terror.
Y era el ángulo agudo
que miraba a lo lejos,
porque no podía levantarse
más allá del recto.
Y era una necesidad
que solo el amor podría calmar,
cuando el complementario
se acurrucó a su lado en el mar.»