Música y Matemáticas

MatemáTICas: 1,1,2,3,5,8,13… cumple 13 años en la red

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Hoy es un día especial para quien escribe ya que, tal día como hoy, hace 13 años (14 de marzo de 2009), en el hueco que gentilmente me cedieron los compañeros de Profeblog, escribía los primeros renglones de mi libro virtual matemático; MatemáTICas: 1,1,2,3,5,8,13,…  

Pastel de cumpleaños con vela rosa número 13 en backgraund azul prendido fuego por encendedor. vista de primer plano | Foto Premium

Fuente: Freepik

Lo bauticé con este nombre, en honor a una de las sucesiones más conocidas de la matemática, la sucesión de Fibonacci

File:Fibonacci sequence - starting with zero.jpg

File:Fibonacci blocks.svg

Fuente: Wikimedia commons

Llegó a este mundo cuando ya incluso anunciaban la muerte de los blogs. Ya veis que no hice mucho caso a tales rumores :-). Lo tenía claro. Necesitaba un espacio que complementara mis clases, un rincón que apostase de manera clara por la inclusión de la tecnología en la práctica educativa, en mis clases de matemáticas. Un lugar en la red donde centralizar los materiales didácticos que fuese elaborando para mis alumnos. Ese sitio, ese lugar, ese espacio debía de ser un blog, este blog.

Y claro, no podía ser de otra forma. Su fecha de lanzamiento, el día de Pi #díadePi o #Piday, por aquello del inglés, 3/14 (14 de marzo). Mi primer post, un modesto y tímido, Bienvenid@ . La 40ª Conferencia General de la UNESCO proclamó el 14 de marzo de cada año como el Día Internacional de las Matemáticas en noviembre de 2019 (40C/Resolución 30).

Por este motivo, hoy, la comunidad matemática mundial también está de celebración, aunque no podamos hacerlo como quisiéramos y nos gustaría. El mundo y especialmente Europa está viviendo días negros por la invasión de Ucrania a manos de Rusia. Si no tuvimos bastante con la COVID-19, la tragedia humanitaria causada por esta violación de las fronteras de un país y de los derechos humanos nos tiene bastante apenados y sonrojados, al ver día tras día a través de los medios de comunicación la barbarie que la especie humana pude llegar a cometer. Desde estas líneas, todo mi apoyo y fuerza al pueblo ucraniano.

Mucho ha llovido desde aquel 14/03/2009. El termino competencia digital había realizado su incursión junto al resto de Competencia Básicas de la LOE (Ley Orgánica de Educación, 2006). Los docentes que usábamos los blogs como medio para ampliar nuestra aula física, lo que hoy sería un entorno blended-learning, lo hacíamos a voluntad propia y éramos considerado una especie un tanto singular. Recuerdo aquella mesa de debate en el primer EABE (Encuentro Andaluz de Blogs Educativos) donde en la mesa de trabajo simultánea ya hablamos del reconocimiento de la competencia digital. ¡Qué cosas se nos ocurrían! 😉

13 años más tarde, dos nuevas leyes educativas LOMCE (2013) y LOMLOE (2020), celebro que Europa y España lo tengan claro, y con un buen marco de la Competencia Digital Docente elaborado por INTEF con colaboración de las comunidades, habrá un proceso certificador y acreditador de la competencia a través de actividades formativas alineadas con dicho marco, que se desencadenará en nuestro país en próximas fechas. La Educación de hoy día no se concibe sin Tecnología, y en Matemáticas son imprescindibles para Enseñar y para Aprender.

Iglesias-Albarrán, Luis M. Enseñanza y aprendizaje de las matemáticas en la era digital. Ambientes de aprendizaje mediados por TIC,SCOPEO MONOGRÁFICO Nº4: e-MatemáTICas,,4,41-80,2012,Universidad de Salamanca. Servicio de Innovación y Producción Digital

 

Desde aquel día, reconocimiento del ITE, ahora INTEF, como Buena Práctica 2.0 por la inclusión de las TIC en la práctica educativa,  muchas vivencias, reconocimientos en certámenes y otras muy buenas experiencias profesionales a través de las cuales he conocido, compartido y descubierto grandes compañeros/as de viaje, más de 500 entradas publicadas, multitud de materiales de elaboración propia o recopilados, material de conferencias, jornadas de trabajo en las que he participado, artículos publicados en revistas o reseñas de colaboraciones en libros, más de 6 millones de visitas,… hacen que hoy deba daros las GRACIAS, y confirmar que seguiré viniendo por aquí mientras tenga fuerzas, a compartir cada vez que tenga o sea capaz de encontrar la manera de hacer un hueco para escribir y publicar sobre Matemáticas (con Tecnología): MatemáTICas.

Para terminar os dejo con tres vídeos sobre Pi y dos poemas. Espero que os guste.

Vídeo: ¿Para qué sirve el número Pi? BBC Mundo

 

Vídeo: El número Pi Canal encuentro Adrián Paenza

Vídeo: Spock («Star Trek») desactiva una computadora malvada pidiéndole que calcule el último dígito de Pi :-). Fuente: Mathigon

 

Poema: El número Pi (Wislawa Szymborska, Premio Nobel de Literatura 1996). Fuente: Yosoytuprofe

El admirable número Pi
tres coma uno cuatro uno.
Las cifras que siguen son también preliminares
cinco nueve dos porque jamás acaba.
No puede abarcarlo seis cinco tres cinco la mirada,
ocho nueve ni el cálculo
siete nueve ni la imaginación,
ni siquiera tres dos tres ocho un chiste, es decir, una comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres de este mundo.

La serpiente más larga de la tierra suma equis metros y se acaba.
Y lo mismo las serpientes míticas aunque tardan más.
El séquito de dígitos del número Pi
llega al final de la página y no se detiene,
sigue, recorre la mesa, el aire,
una pared, una hoja, un nido de pájaros, las nubes, hasta llegar
directo al cielo,
perderse en la insondable hinchazón del cielo.
¡Qué breve la cola de un cometa, cual la de un ratón!
¡Qué endeble el rayo de un astro si se curva en la insignificancia
del espacio!

Mientras aquí dos tres quince trescientos diecinueve
mi número de teléfono la talla de tu camisa
el año mil novecientos sesenta y tres sexto piso
el número de habitantes sesenta y cinco céntimos
dos pulgadas de cintura una charada y un mensaje cifrado
que dice vuela mi ruiseñor y canta
y también se ruega guardar silencio,
y se extinguirán cielo y tierra,
pero el número Pi no, jamás,
seguirá su camino con su nada despreciable cinco
con su en absoluto vulgar ocho
con su ni por asomo postrero siete,
empujando, ¡ay!, empujando a durar
a la perezosa eternidad.

Poema: El número  π (A Pilar Bayer y A F Walter May). Fuente: Repoelas


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La longitud de la circunferencia,
la longitud del diámetro:
¡qué fuerza su cociente,

siempre el mismo, constante, eterno!,

tres coma catorce,
tres coma catorce dieciséis,
primeros balbuceos de un río infinito
de decimales sin período, siempre nuevos,

único e infinito, único y diverso,

tres coma catorce,
el recuerdo escolar de tantos cálculos,
tres coma catorce dieciséis,
el recuerdo de números en clave,
como barcos en un puerto,

humeantes, a punto de partir
río abajo, mientras el agua fluye
hecha números y caricia,
y el lomo de los cocodrilos de las preguntas
que van haciendo los matemáticos
anuncia ya todo tipo de peligros:
es fácil que una de ellas os pille
en sus mandíbulas plagadas de agudezas
y os arranque años de vida con un problema,

el área del círculo
Dividida por el cuadrado del radio

seductor, desafiante,
muy difícil de resolver,
pero tan atractivo que ni siquiera os déis cuenta
de que estáis quemando en él la vida,
de tan adentro como os ha entrado
aquella pregunta que tan pocos pueden comprender,

y los cinco sentidos se ponen al acecho
de algo que desborda los sentidos,
de las extrañas propiedades de un número
llamado irracional y que desborda la razón,
pero que está en el fondo de la razón del universo.

El primer problema: calcularlo,
obtener más y más decimales,
escalar un monte de decimales,

penetrando cada vez más en un mundo
que ya no pertenece al universo de la medida
–si medís las longitudes
de circunferencias reales, de diámetros reales,
y obtenéis su cociente,

sólo hallaréis dos decimales, tres decimales,
quizás cuatro decimales del número ?
(lo que de él sabían los egipcios):
los otros quedarán más allá
de los límites de la precisión de la medida-;
una definición, pues, que parece tan simple,
–un cociente de dos longitudes que estáis viendo
dibujadas en el papel–

y lleva, en cambio, a un desbordamiento de decimales.
¿Y cómo han calculado tantos decimales?
Durante más de dos mil quinientos años,
los que se atrevieron a embarcarse en la aventura,
siguiendo los pasos del gran Arquímedes,
inscribían polígonos en un círculo,
decágonos, dodecágonos, pentadecágonos,
polígonos de más y más lados,
y calculaban su perímetro

y lo dividían por el diámetro del círculo circunscrito;
naturalmente, cuanto más lados,
más se aproxima el polígono a la circunferencia
y más precisión se consigue en los decimales,
pero también encontraban
más y más dificultades;
parece duro, lo sé,

parece árido, lo sé,
pero también sé ver los atractivos
de navegar por un río en una selva espesa,
sin saber cómo será su curso un poco más allá,
ahora lento –decimales pequeños–,
ahora rápido –decimales grandes–,
siempre fluyente pero siempre impredictible:
¿cuál será el siguiente decimal?
¿Valdrá dos?, ¿valdrá cinco?, ¿valdrá nueve?

no hay manera de saberlo,
salvo que hagáis el cálculo;
¿cuál será el valor del decimal quinquagésimo?

el área de la esfera
dividida por cuatro veces el cuadrado del radio,

no hay otra manera de saberlo
que hacer todos y cada uno de los cálculos
que conducen hasta este decimal,

es decir, calcular todos los decimales anteriores
sin saltarse ni uno
–como en el tiempo de nuestra vida:
no hay otra manera de saber
lo que pasará dentro de un año
que vivir día a día todo el año,
hora a hora, minuto a minuto todo el año,
un tiempo, pues, diferente del tiempo de los astros,

predictible a largo término.
Pero sigamos con los decimales del número ?:
el método de los polígonos se hace largo y fatigoso:
¿habría manera de hallar un camino más rápido?

John Wallis, hacia mil seiscientos ochenta,
encuentra (en Oxford) que ? puede ser expresado
-tomad nota-
como el doble del producto de los cuadrados
de todos los números pares
dividido por el producto de los cuadrados

el volumen de la esfera
dividido por cuatro tercios del cubo de su radio,

de todos los números impares;
parece misterioso, lo sé,
no es evidente, ni fácil de demostrar,
pero es un salto, ¿no lo véis?:
hemos pasado, por primera vez en dos mil años,
de la geometría a la aritmética,

vemos el número ? con una luz diferente,
nos cuesta reconocer en este cociente
de productos de números
aquel cociente de longitudes inmediatas,

tan directamente visibles y sensibles,
y ahora nos parece arisco y misterioso,
pero su cálculo se ha hecho más fácil,

más y más decimales;
el proceso se acelera todavía más
cuando se hallan otras formas aritméticas

de escribir el número π, :
como suma de potencias,
como suma de inversos de potencias,
como raíz de sumas de inversos de potencias…
Pero se necesita, para eso,
afinar los instrumentos de las matemáticas,
inventar las derivadas,
inventar las integrales

–¿inventar o descubrir?:
observad que son conceptos diferentes
que suponen, también, ideas muy diversas

dos veces el producto de los cuadrados de todos los pares
dividido por el producto de los cuadrados de todos los impares

sobre qué son los números y la mente–,
inventar series de Taylor,
inventar series de Fourier,
inventar muchos otros procedimientos
que no quiero mencionar para evitar
que este escrito deje de ser lo que quiero:
un poema, en cierta forma, y no una lección

de matemáticas o historia
–por eso no hablo de otras propiedades
del número π, como la transcendencia,
ni doy ningún detalle de lo que digo.
No hablo de fórmulas concretas,
sino de emociones que he sentido,
y que antes que yo han sentido muchos otros,
y que sentirán muchos otros cuando yo ya no esté,
emociones de belleza y de vértigo

de viaje y de aventura,
de esfuerzo, de derrota, de victoria,
de rebeldía, de perseverancia,
de fusión con el mundo y de lejanía del mundo,
que algún día también sentiréis vosotros

el área de la elipse,
dividida por el producto de sus ejes,

si pensáis, con detalle, en este número
o en otros números que le son familiares
–la raíz cuadrada de dos, por ejemplo,
es decir, el cociente de la diagonal
y el lado de un cuadrado,
cociente irracional
que amargó la vejez de Pitágoras,
quien había enseñado que el mundo

estaba hecho de números puramente racionales
–pero ¡qué ironía, que dos formas,
el círculo y el cuadrado, que encontramos por doquier,
rehúsen expresarse en estos números!.
Pero podéis preguntaros otras cosas
que cuál será el siguiente decimal:
con los ordenadores, el proceso se ha acelerado
enormemente y conocemos ya

miles de decimales,
en lugar de los quinientos a que se había llegado
con el ingenio y las fuerzas estrictamente humanas;
así, pues, suponed que ya tenemos

miles de decimales,

todos ellos irrelevantes a efectos prácticos,
salvo los cinco primeros o, como máximo,
de los quince o veinte primeros, hilando fino.
Os podéis preguntar por la abundancia
relativa de las diversas cifras:
la del uno, la del dos, la del tres, la del cuatro,
la del cinco, la del seis, la del siete, la del ocho,
la del nueve, la del cero.
Pues bien: se comprueba –pero mucho antes

de que esto hubiera sido comprobado ya lo había demostrado
Borel y otros matemáticos–
que la abundancia relativa de las diversas cifras
es la misma,
que la abundancia relativa de todos los grupos de dos cifras
–quince, veintitrés, noventa y cinco, por ejemplo–
es la misma

que la abundancia relativa de todos los grupos de tres cifras

–ciento veintiuno, quinientos veintitrés, pongamos por caso-
es la misma,
y así sucesivamente para grupos
de más y más cifras;
en otras palabras: es seguro
que en los decimales de π, encontraréis la fecha

de vuestro nacimiento
(23-10-1953, en mi caso,
o bien 31-4-1592, si nos fijamos
en las siete primeras cifras de pi)
y también la fecha de vuestra muerte
(que no sabréis reconocer,
como en mi caso),
y vuestro número de teléfono;
más aún: si designamos las letras mediante números

–1 la A, 2 la B, 3 la C, 4 la D
y así sucesivamente–
sabed desde ahora que vuestro nombre está escrito

en los decimales del número π, ,
y que en algún lugar del número π, podéis hallar,
juntos, vuestro nombre y el de vuestro amor
y el nombre de vuestros hijos,
y las fechas del nacimiento y de la muerte
de cada uno de vosotros
Es vertiginoso, ciertamente, pero he de decir
que al lado de vuestro nombre también está escrito
el nombre de cualquier hombre o mujer

que hayan existido o que nunca existirán:
es, pues, vertiginoso y fútil:
está toda vuestra historia
pero también todas las otras posibles historias
que habríais podido vivir,
todos los otros amores
que hubierais podido tener,
de manera que lo dice todo y nada,
como algunos oráculos antiguos,

o como pasa a menudo cuando se habla demasiado.
Si miráis el número π, después de haber leído
este poema, os parecerá, quizás, vertiginoso,

como un pozo sin fondo, como un infinito
que se despliega ilimitadamente delante vuestro,
pero moriréis antes de haber podido leer
una mínima parte de sus decimales.
En el número π, hay el reposo y el movimiento
(como en el círculo),
la eternidad y el tiempo

(como en Dios),
la finitud y la infinidad
(como en el universo),
la armonía y el caos
(como en el mundo):

una definición breve y precisa,

y una inacabable sucesión de decimales
que no repiten su orden en ningún período.
Pero hay casos aún más inquietantes:
números que no es posible definir,
ristras infinitas de decimales

colocados al azar, al puro azar,
números, pues, que nunca podréis reducir
a una definición breve y concisa,
como π, o raíz de dos,
sino números que son movimiento sin reposo,
caos sin armonía, tiempo sin eternidad,
números que ni tan sólo podemos pronunciar,
números que nos recuerdan que el mundo es inefable,

la longitud de la circunferencia
dividida por dos veces el radio

y por eso conviene que, de vez en cuando,
la poesía hable de esta clase de números
que comparten con ella los límites del lenguaje,
y quien sabe si del mundo,
tal como los números hablan en ella
mediante los acentos, las sílabas, las estrofas.
O quizás son números que no pueden existir
si es que el mundo, en el fondo, es palabra
–no nuestra, claro está, sino de un Dios

que hubiera querido hacerse palabra a la medida
de nuestra limitada capacidad de escucha–,
pero esto nos conduciría a otros derroteros
–los de Dios y de su presencia
en el mundo y en nosotros–
que convendría no esquivar como lo hacemos,
tan desdeñosamente, en estos tiempos.

Pero me detengo aquí
y doy por acabado este poema
–de hecho, inacabado y discursivo–,
sabiendo, empero, que el número π, sigue,

caudaloso como todos los ríos a un tiempo,
con más cifras que gotas el Nilo o el Ganges,
el Volga o el Amazonas,
con más cifras que granos de arena
hay en todas las playas de la Tierra,
con más cifras que átomos hay
en todos los planetas del sistema solar,
y rehusando siempre un orden claro y repetitivo,
como un río espumoso y turbulento, infinito,

pero también lento, sutil, discreto,
modesto en su apariencia
pero con más propiedades que oro hay
en las minas del mundo,

o hasta que Dios se canse de él y diga basta,
y haga terminar el universo por la fatiga
de tener que soportar números como éste,
el número π.

(GRACIAS)^∞

Más contenido matemático en redes sociales

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Matemáticas+Algoritmos+Programación+Creatividad = Música electrónica+Gráficos en tiempo real #livecoding #STEAM

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¿Alguna vez pensaste que música y programación podían ir de la mano?
De eso se trata la disciplina del Live Coding (código en vivo), donde una o varias personas crean y ejecutan música en vivo por medio de sus ordenadores, mediante la escritura y ejecución de líneas de código de programación.

https://twitter.com/CNDSD_/status/1087041215810416641

Esta nueva disciplina, nacida hace unos 20 años en el contexto universitario del Reino Unido, ha ido ganando adeptos y llamando la atención en el mundo artístico, tecnológico y de la investigación. En mi opinión, creo que habrá que estar muy atento y seguir muy de cerca la progresión de esta tendencia, real y consolidada, que ha venido para quedarse. Particularmente #mEncanta esta mezcla.

https://twitter.com/i/status/1061437783506673665

A continuación comparto fragmentos de sendos artículos publicados en medios digitales de España, verne – El País, y Argentina, eltrece, que se hacen eco este nuevo paradigma creativo, y algunos vídeos compartidos en Youtube e Instagram de distintas «algoraves».

Los algoritmos ya manejan buena parte de tu vida: cuando buscás pareja en las redes sociales, al pedir un crédito en el banco, cuando usás el GPS para guiarte o incluso cuando vas a bailar a una fiesta electrónica. 

Esto último es lo que hoy se conoce como “algorave”, que son fiestas electrónicas donde los DJ ya no controlan los sintetizadores, sino que solo miran las pantallas de las computadoras para modificar el código que genera melodías improvisadas. Al mismo tiempo que cumplen con esta tarea, en el salón hay pantallas gigantes donde se muestra lo que ocurre en las computadoras.

Las algoraves existen desde hace ya seis años, cuando se creó la primera en el Reino Unido, de la mano del músico Alex McLean. Desde entonces se ha constituido en un movimiento cada vez mayor, que fue reemplazando a las clásicas fiestas electrónicas. Quienes se dedican a manejar estos algoritmos crean o modifican las partituras en el momento, lo que les da mucha más libertad a la hora de crear nuevas melodías.

Para ello, hace falta tener más conocimientos que antes. Ahora no solo hace falta tener buen oído musical, sino también nociones de matemáticas (no se puede modificar un código en cualquier momento, hay que tener criterio para que la melodía inventada no pierda el ritmo). Y, por sobre todo, curiosidad y atreverse a experimentar.

Fuente: eltrece
Algorave: la fiesta electrónica donde la música la decide un algoritmo
live coding (fluxus)

En esta fiesta, llamada algorave, el dj no manipula sintetizadores, sino que modifica un código con el que genera melodías improvisadas mientras muestra a los asistentes mediante una proyección lo que ocurre en su pantalla de ordenador.
“Estas fiestas tratan de romper prejuicios. Ni los programadores son solo tipos incapaces de tener inclinaciones artísticas, ni los algoritmos son la base de una existencia ya escrita”, cuenta la creadora colombiana Alexandra Cárdenas (Bogotá, 1976). Su nombre es habitual en eventos de live coding, disciplina que combina en directo expresiones como la música o la danza con la programación informática.

En el caso de las algoraves, crean partituras con las letras, números y símbolos de un teclado. “No hay nada más matemático que una partitura musical. Creamos o cambiamos esa partitura sobre la marcha para lograr de forma espontánea sonidos que, en muchos casos, un humano no podría concebir por sí mismo. Lo que hacemos es precisamente liberarnos y desprogramarnos de lo que hemos aprendido hasta ahora sobre qué debe ser una canción”, comenta Cárdenas.
Antes de actuar con su ordenador portátil en fiestas electrónicas de todo el mundo, estudió durante años matemáticas, composición musical y guitarra clásica y es una de las invitadas estrella de la 4º Conferencia Internacional de Live Coding del Medialab-Prado hasta el domingo 19 de enero. Además de coloquios y talleres, su programación incluye varias algoraves, que hasta ahora apenas se habían celebrado en Madrid, explican sus responsables.

Fuente: verne – El País
Visitamos una ‘algorave’, la fiesta donde suenan y se bailan algoritmos

Ya ves, Matemáticas para todo 😉

Seguimos…

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Música y matemáticas. Geometría polisentimental by Fangoria

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Captura de pantalla completa 17012016 141646.bmp

Canciones para robots románticos es el duodécimo álbum de Fangoria y como cada uno de sus trabajos, es toda una declaración de intenciones hecha a través de unas canciones que reflejan el estado de ese mundo imposible de describir pero tan fácil de disfrutar en el que habitan Alaska y Nacho Canut.

En su duodécimo álbum Fangoria revisitan algunos temas habituales en su repertorio –la inteligencia artificial, el inexorable paso del tiempo, las maneras de combatir el desengaño sentimental- y lo hacen a través de 12 canciones que ellos mismos han coproducido con Guille Milkyway (La Casa Azul) y Jon Klein (ex Specimen, ex Siouxsie & The Banshees). Después de trabajar con ellos en Cuatricromía (2013), Alaska y Nacho optaron por contar de nuevo con ellos.

Geometría polisentimental, es el título del primer single y vídeo extraído del álbum, una canción según Fangoria “expresamente hecha para robots románticos”.

Os dejo a continuación que disfrutéis del vídeoclip oficial de la canción geométrico-romántica de Fangoria.

Y, para finalizar esta entrada, la letra completa de la canción:

GEOMETRÍA POLISENTIMENTAL
Me dijeron que una imagen
siempre vale mucho más
que mil palabras y es verdad
por eso te voy a dibujar
un laberinto,
un esquema de mi estado emocional
así te puedes organizar
y no perdemos el tiempo.
Todo es muy fácil si uno se centra en un punto concreto
y consigue fijar la atención.
Un cuadrado, una esfera, un triángulo ideal.
Geometría polisentimental entre nosotros.
Un trapezoide, un cilindro con un polígono espiral.
Geometría polisentimental entre nosotros.
No te niego que es difícil
dividir y armonizar
el siempre con el nunca más
pero tenemos que diseñar
un poliedro intuitivo,
un circuito racional
que nos ayude a congelar
direccionar el momento.
Todo es muy fácil si uno se centra en un punto concreto
y consigue fijar la atención.
Un cuadrado, una esfera, un triángulo ideal.
Geometría polisentimental entre nosotros.
Un trapezoide, un cilindro con un polígono espiral.
Geometría polisentimental entre nosotros.
Y si todo fuera tan fácil me podría enamorar
de alguien que piense lo mismo que yo.
Que sepa calcular
una curva, una recta
o una cuarta dimensión.
Todo me llevará a donde quiero estar.
Un cuadrado, una esfera, un triángulo ideal.
Geometría polisentimental entre nosotros.
Un trapezoide, un cilindro con un polígono espiral.
Geometría polisentimental entre nosotros.
Un cuadrado.
Una esfera.
Una curva.
Una recta.
Un cilindro.
Una estrella.
Una línea en zigzag.

 

Ya veis, otro buen ejemplo de Música & Matemáticas 🙂

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Curso 11/12. Números… al ritmo de Calle 13

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Comenzamos.

De hecho, ayer mismo, iniciamos una nueva andadura en las aulas de la mayoría de centros educativos de Secundaria y Bachillerato españoles.

Quisiera iniciar el curso con este post, compartiendo un trabajo que me ha hecho llegar la compañera argentina, Alejandra García Redín, docente con una dilatada experiencia en la integración de las TIC en la práctica educativa y, perteneciente al equipo de trabajo dirigido por mi apreciado Alejandro Piscitelli que está llevando a cabo el proyecto 1a1Sarmiento, proyecto del IDRC (International Development Research Centre ) apoyado por el Programa Conectar Igualdad en el Colegio Nº2 Domingo Faustino Sarmiento.

El trabajo, sintetizando mucho y no por ello quitándole un ápice de valor, consiste en la grabación de vídeos sobre conjuntos numéricos. Dicho trabajo  lo ha llevado a cabo con alumnado de 3 er año del Colegio Newlands, chicos y chicas a los que felicito desde estas líneas.

Estoy convencido de que usar vídeos matemáticos con ritmos, basados en canciones populares y/o cercanas a los gustos del alumnado,… es una buena técnica para fomentar la asociación con los contenidos expuestos y un modo ameno y atractivo, sin duda, de presentar y afrontar el aprendizaje de conceptos matemáticos. Ya he dedicado algunas publicaciones referentes a esta temática, por ejemplo, ésta sobre la Cumbia Matemática o ésta otra, Clasificando los ángulos, con ritmo.

Enhorabuena a Alejandra por propiciar escenarios de aprendizaje tan atractivos como el que se muestra a continuación, demostrando que es posible hacer matemáticas de otra manera y gracias por compartirlo conmigo de una forma tan humilde, además:

«A ver si te gusta este video de conj numéricos bit.ly/q97DUA inspirado en el de la cumbia matemática»

Pues ya ves que me gusta, y mucho.

Nota: Estaré pendiente a la publicación del resto de productos.

¡Seguimos! Feliz curso a tod@s.

Te animo a leer más información sobre el desarrollo de la experiencia, en el blog de Alejandra.

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Clasificando los ángulos, con ritmo

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No es la primera ocasión que traigo por aquí un vídeo musical para trabajar conceptos matemáticos. Citar, por ejemplo, la Cumbia Matemática.

Usar vídeos matemáticos con ritmos y con personajes animados, es una buena técnica para fomentar la asociación con los contenidos expuestos y un modo ameno y atractivo, sin duda, de presentar y afrontar el aprendizaje de conceptos matemáticos.

A continuación se muestra un vídeo musical donde unos personajes animados, en este caso vegetales, explican, mediante una canción pegadiza, la clasificación de los ángulos en orden creciente de tamaño: Agudo, Recto, Obtuso y Llano, haciendo uso al mismo tiempo y resaltando elementos presentes en nuestro entorno más cercano.

Espero que te guste.

«los ángulos, los ángulos, los ángulos, los ángulos, ohoooooooooh…»

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MatemáTICas: 1,1,2,3,5,8,13 … cumple 2 años.

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Estar con vosotr@s cada día en la red, compartiendo y aprendiendo no tiene precio. Imaginaros el privilegio que supone haberlo hecho durante 2 años consecutivos (bueno, en estos momentos, para ser precisos tenemos 2 años y 2 días de vida)

Cumplir años, el día de π, también es un privilegio al alcance de pocos blogs de matemáticas (vamos, no por nada, por pura probabilidad)

Es por ello, por lo que la fecha en la que este humilde blog celebra su cumpleaños, es difícil de olvidar.

Otra cosa, como ocurre en la vida misma (este blog pretende explicarla a través de las matemáticas), es cuando podamos hacerlo, pero eso es lo de menos.

Como matemático que soy,  y para no dejar en evidencia a los que dicen por ahí que tenemos argumento para todo:

¿Qué tal si como argumento para justificar dos días de retraso en la fecha de celebración establecemos como criterio, el siguiente? Se aplicará una traslación de n días, donde n sea el número de años que cumple el blog» 🙂

Bueno, lo importante, la idea de este post es agradeceros la confianza y el apoyo que me manifestáis cada día con vuestras visitas, aportaciones y comentarios. Siempre se aprende algo, de verdad.

Es importante que nos manifestemos y los blogs, y la Web 2.0 en general, nos ofrecen oportunidades excelentes para hacerlo. Más de medio millar de amig@s ya lo habéis hecho en este blog. Gracias a tod@s y espero y deseo que sigáis haciéndolo. Es un síntoma evidente de que el blog está vivo.

Espero tener fuerzas e ideas para estar con vosotr@s muchos años más, intentando mostrar la cara amable y útil, y sobre todo, otra manera de ver, estudiar, aprender y enseñar MatemáTICas.

Bueno, pues es el mensaje que quería transmitir y compartir. Y también, os tenía que hacer un regalo. He elegido una mezcla de: π, música y matemáticas. Espero que guste.

(GRACIAS)^∞

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"La cumbia matemática" de "Los Wikipedia"

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Pues ahí va un vídeo muy simpático y fresquito para una calurosa tarde de verano como ésta.

Tiene un estribillo muy pegadizo:

Si querés emociones, sumáte unas fracciones
si querés moverte al ritmo, empleá los logaritmos
si querés ser prudente, calculá la tangente
y si querés pasarla mal, dividí con decimal…

¡A bailar con la cumbia matemática!

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Matemáticas, rock progresivo y Fibonacci: "Tool"

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Este artículo participa en la V edición del Carnaval de Matemáticas cuyo anfitrión en esta ocasión es el compañero Byron Narváez

Va por ti, Jesús, tal y como me escribías en tu correo: «esta gente hace canciones para nosotros (los matemáticos) y aunque no son muy tranquilos precisamente, son realmente buenos».

Una vez más, la sucesión de Fibonacci, se presenta en nuestras vidas. Esta vez, relacionada con la Música.

Os traigo, en este artículo, una nueva justificación del por qué mi pasión por esta serie numérica y, por ende, del título de este blog.

«Bajo el sol californiano, Tool interpretan la rabia y la frustración en sus canciones matemáticas.»

El grupo californiano Tool, hace un tipo de música imposible de catalogar, según los propios expertos musicales de la MTV.

Todo encaja en su música, ruidosa, pero milimétricamente planificada. Todo está perfectamente estudiado.

En este artículo analizaré, por encima (entrar en detalle, supondría un libro y no exagero), el disco «Lateralus».

Este disco, se hizo esperar casi cinco años, pero el resultado es embriagador.

Dicen los entendidos que éste es su disco más “prog rock” o, lo que es lo mismo, rock progresivo.

«Lateralus» llegó después de un duro litigio con su compañía discográfica, y fue creado en un ambiente de tensión interminable.  Los desarrollos asfixiantes, eternos, con complejos cambios de ritmo, con recurso a la melodía turbadora y a la voz rota, hacen de «Lateralus» una obra difícil, tanto como adictiva. Aúna sinfonías perfectas, angustia, ferocidad y romanticismo en el mismo disco.

«Lateralus» está hecho los fans, para que lo expriman al máximo, y le saquen todo el jugo.

Y el jugo es matemático, eminentemente matemático y estrechamente relacionado con la sucesión de Fibonacci.

Intentaré explicarlo de un modo sencillo. A mi, al menos, me parece realmente apasionante.

El disco tiene 13 canciones, un poco atípico este número de temas para un disco, ¿no crees?.

Uno de los temas se titula como el propio disco: «Lateralus» (ocupa el lugar número 9). Recomiendan escucharlo en primer lugar. ¡Aquí es donde empieza el juego!

Un fragmento del mismo recoge lo siguiente:

“Rueda en la espiral de nuestra divinidad y permanece humano a pesar de todo… y siguiendo nuestra voluntad y el viento llegaremos a donde nadie ha estado. Conduciremos por esa espiral hasta el final e iremos a donde nadie estuvo antes”.

Se refieren a la espiral aúrea. Mención explícita, para los iniciados en matemáticas, a la divina proporción.

Siguiendo con el juego;
hay dos canciones distintas: Parabol y Parabola, pero se unen y hacen que suene como si fuera una sola.

¿Sabes por qué ocurre ésto?
El disco tiene 13 canciones, que si lo dividimos entre 2 da 6.5, justo entre 6 y 7. Pues bien, el título 6 del disco es Parabol, y el 7 Parabola. Sumando 6 + 7 = 13, justo el total de canciones del disco.

O sea, hemos visto que, el final de Parabol (canción nº 6) y el principio de Parabola (canción nº. 7), se unen, pero aquí es donde empieza lo interesante, ya que el final de Parabola y el principio de Schism (canción nº. 5), es la misma secuencia de guitarra. Pero es que aún hay más, ya que cuando termina Schism acaba con lo que muchos bautizarían como un ritmo de batería “tribal”. El ritmo justo al principio de Ticks & leeches (canción número. 8) es ligeramente diferente con cada vez que se repite las medidas se hacen dos ritmos mayores. Si escuchas detenidamente, esos dos ritmos son exactamente los dos mismos últimos ritmos de Schism.

Pero, no se vayan todavía, aún hay más:

En Mantra se oyen ballenas o un especie de animal quejándose, pero si escuchamos la canción Ticks & Leeches en su ultima parte dice “espero que te atragantes”. Si escuchamos detenidamente Mantra oímos una persona atragantándose.

¿No te parece apasionante?

Podemos afirmar con rotundidad que: «Tool» no son únicamente genios en la música, también son grandes mentes.

Si puedes hacerte con el disco, recomiendo, escuches el mismo en este orden: 6,7,5,8,4,9,3,10,2,11,1,12,13.

Pero eso no es todo, ya he dicho que analizar la música de Tool, requiere un libro.

Si te ha impactado esta música impregnada de matemáticas, aquí tienes más. He leído en este blog, que aún hay más, que incluso dicen que combinan canciones de este disco con otras del disco «Aenema».

Tienes más información sobre Tool aquí y aquí y aquí y en muchos sitios más. Realmente lo merecen.

Investiga, investiga, y ya me contarás.

Para finalizar te dejo con un vídeo del grupo. ¡Qué lo disfrutes!

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