




Los lectores habituales de este blog conocen el gusto, más bien adicción :-), que tengo por los Recursos Educativos Abiertos (REA).
El rol de docente como elaborador de contenidos digitales educativos ofrece autonomía, enriquece nuestras clases y nos permite desarrollar una atención educativa más personalizada para nuestros alumnos. Aunque en mi opinión, consumida la quinta parte del siglo XXI, esto no debería ser suficiente. Lo ideal sería llegar a promover ambientes de aprendizaje donde sean los propios alumnos los productores de contenidos.
En la línea de la atención personalizada, usando el símil gastronómico, he preparado un menú de degustación (compuesto por 11 platos) para el aprendizaje del álgebra. Para su elaboración he utilizado la herramienta H5P, software libre, con un potencial increíble en el ámbito educativo debido a su excelente integración con los principales servicios CMS y LMS como WordPress (es el caso de este post), Moodle, Blackboard, Canvas, Brightspace y Drupal.
No es el objetivo de esta entrada describir el funcionamiento de H5P. Para ello recomiendo, entre otros, el excelente post, que escribiera la compañera y amiga de CEDEC, Lola Alberdi, titulado ¿Qué puede hacer H5p por mis alumnos?
H5P es una plataforma de creación de contenidos interactivos, gratuita y abierta, con todas las ventajas que proporciona el software libre en educación, ampliando las posibilidades de aprendizaje de nuestros alumnos. H5P permite realizar alrededor de 35 tipos diferentes de contenidos interactivos, y es:
H5P está realizado mayormente con código JavaScript con el objetivo de integrarlo con nuevas plataformas por lo que, además de realizar actividades y contenidos interactivos en la misma plataforma de H5p, podemos integrarlo con un plugin en nuestro Moodle, WordPress o Drupal. En caso de que tengamos alguna duda, es útil resaltar que cuenta con un foro de usuario bastante ágil y eficiente. En definitiva, la herramienta capacita a todos para crear, compartir y reutilizar contenido interactivo con facilidad.
Test de ecuaciones nivel I
Test de ecuaciones nivel II
Test de ecuaciones nivel III
Test de ecuaciones nivel I (con fracciones)
Test de ecuaciones nivel II (con fracciones)
Test de ecuaciones nivel III (con fracciones)
En un curso escolar tan complejo y digital como el que estamos viviendo con motivo de la COVID-19, los Recursos Educativos Abiertos (REA) se antojan cruciales.
En esta entrada rescato sendos artículos que escribí hace meses para el Blog #TDE, editado por el Servicio de Innovación Educativa de la Dirección General de Formación del Profesorado e Innovación Educativa de la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, en los que:
Recursos Educacionais Abiertos (REA) de Jonathasmello – CC BY 3.0
El término REA (OER en inglés), Recurso Educativo Abierto (Open Educational Resource en inglés), no es una nueva moda educativa. Se trata de un concepto que promueve la democratización del conocimiento y el acceso al mismo, que cuenta con casi dos décadas de existencia.
Pixel de manfredsteger – CC0
La Declaración de París de 2012 sobre Recursos Educativos Abiertos (REA) de la UNESCO resalta que el término Recursos Educativos Abiertos (REA) fue acuñado en el Foro de 2002 de la UNESCO sobre las Incidencias de los Programas Educativos Informáticos Abiertos (Open Courseware), y que designa a materiales de enseñanza, aprendizaje e investigación en cualquier soporte, digital o de otro tipo, que sean de dominio público o que hayan sido publicados con una licencia abierta que permita el acceso gratuito a esos materiales, así como su uso, adaptación y redistribución por otros sin ninguna restricción o con restricciones limitadas. Las licencias abiertas se fundan en el marco existente de los derechos de propiedad intelectual, tal como vienen definidos en los correspondientes acuerdos internacionales, y respetan la autoría de la obra, y recomienda a los Estados a, en la medida de sus posibilidades y competencias:
Como podemos comprobar, además, los Recursos Educativos Abiertos están totalmente alineados con el Objetivo 4 para la Educación de Calidad de la Agenda 2030 de la ONU, lo que conocemos más popularmente como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), otro de los ejes prioritarios del Programa PRODIG para el curso actual.
De Organización de las Naciones Unidas – http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/summit/, Dominio público, Enlace
¿REA? ¿qué es eso? Transformación Digital Educativa (TDE) con Recursos Educativos Abiertos (REA)
La Sociedad Andaluza de Educación Matemática THALES y la Federación Española de Profesores de Matemáticas convoca el I Concurso de Monólogos Matemáticos, MaThales Jaén 2020. Se trata de un certamen de índole nacional de monólogos matemáticos cuyo objetivo es fomentar la comunicación de la ciencia a través de nuevas vías de acercamiento a la sociedad, involucrando a todos los que de un modo u otro trabajan en este ámbito, con el fin encontrar nuevas voces de la ciencia en todo el mundo.
Esta edición también pretende contribuir a la celebración del Día Internacional de las Matemáticas (14 de marzo) que para 2021 ha establecido como lema «Matemáticas para un mundo mejor«.
La presentación de los vídeos se realizará a través de un formulario de participación disponible en la página web del concurso:
https://thales.cica.es/jaen/?
El I Concurso de Monólogos Matemáticos es un certamen de índole nacional de monólogos científicos cuyo objetivo es fomentar la comunicación de la ciencia a través de nuevas vías de acercamiento a la sociedad, involucrando a todos los que de un modo u otro trabajan en este ámbito, con el fin encontrar nuevas voces de la ciencia en todo el mundo.
Este concurso está diseñado para inspirar y motivar a los que se dedican a la ciencia y la tecnología a participar activamente en la divulgación de sus áreas de trabajo a través de un formato innovador en este ámbito, el monólogo, en contacto directo con el público.
Esta primera edición cuyas normas se desarrollan a continuación es una iniciativa conjunta de la Sociedad Andaluza de Educación Matemática THALES y la Federación Española de Profesores de Matemáticas y cuentan con la subvención y el apoyo de la Diputación de Jaén.
Actividad subvencionada por: CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE JAÉN Y LA SOCIEDAD ANDALUZA DE EDUCACIÓN MATEMÁTICAS THALES, PARA LA REALIZACIÓN DE UN PROGRAMA DE ACTIVIDADES DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA EN LA PROVINCIA DE JAÉN 2020.
Para más detalle, se adjuntan las bases del concurso:
La tecnología está democratizando el acceso a las matemáticas de toda la ciudadanía. En los últimos años han proliferado herramientas y calculadoras avanzadas disponibles en formato App en nuestros dispositivos móviles que, con una simple foto a un libro de texto, a una hoja de ejercicios de clase o introduciendo manualmente con nuestros dedos la ecuación, nos ofrecen la solución y el paso a paso detallado.
Como todo, estas herramientas presentan ventajas e inconvenientes. Entre sus ventajas, la posibilidad de analizar distintas maneras de resolver ejercicios y problemas. Inconvenientes, ya podemos suponerlos, y muchos docentes de matemáticas han podido experimentarlos de primera mano al corregir las actividades de sus alumnos. Entregarse en cuerpo y alma a ellas, sin obtener ningún tipo de aprendizaje, tan solo para obtener la solución, copiar la resolución paso a paso y cumplir el trámite de entregar los ejercicios de clase, puede traer consecuencias devastadoras.
Teniendo presente que han venido para quedarse, si los docentes despreciamos/obviamos su existencia y su potencial puede traer consecuencias importantes para los procesos de Enseñanza-Aprendizaje en las clases de Matemáticas.
En un escenario de pandemia como el que estamos atravesando, con escenarios de aprendizaje remotos a distancia o semi-presencial, donde no vemos trabajar al alumnado delante de nosotros, nos lleva a ‘repensar’, con carácter de urgencia, las tareas de matemáticas, enfocándolas hacia entornos de investigación y resolución de problemas y tareas auténticas. Reducir únicamente las tareas de matemáticas que proponemos a nuestros alumnos a hojas de ejercicios descontextualizadas, ejercicios del pie de página del libro de texto (actividades de aplicación) o problemas-tipo simples, puede llevar a que nuestros aprendices recurran con demasiada frecuencia a este tipo de herramientas, y no la usen únicamente para comprobar la solución o para aprender conjeturando a partir de algunos ejemplos resueltos, cayendo en una dependencia casi total de las mismas.
Es por ello por lo que comparto una colección de ellas, y una posible tarea de uso de este tipo de herramientas, promoviendo el enfoque crítico-reflexivo de los alumnos, más allá de la resolución mecánica de un sistema de ecuaciones lineales.
Como docente de matemáticas reflexioné bastante sobre el tema de esta entrada en los últimos años, especialmente durante el periodo de confinamiento que vivimos en España durante el tercer trimestre del curso pasado, donde tuve que poner el foco en tareas abiertas, creativas y reflexivas para obtener evidencias reales y significativas de aprendizaje de mis alumnos. La lectura de este post de 3nions.com, me animó definitivamente a compartirlo con vosotros.
Me gustaría conocer tu opinión al respecto. Puedes compartirla conmigo como comentario a esta entrada, justo más abajo, o en Twitter en @luismiglesias
¡Suerte en el nuevo curso!
Analizar la resolución del siguiente sistema de ecuaciones.
¿Qué observas? ¿Es correcta la solución? ¿Cómo lo resolverías tú? ¿Por qué?
Lista de herramientas (Apps y calculadoras avanzadas)
Ahora bien, para llegar a obtener este resultado con naturalidad, tanto alumnos como docentes debemos estar habituados al uso de plataformas digitales, a comunicar en este tipo de entornos (preguntando, compartiendo, reflexionando), a entregar tareas digitales, a participar en videoconferencias, a elaborar de productos digitales,…
En definitiva, hay que profundizar y trabajar a fondo a diario la competencia digital de los estudiantes, al tiempo que como docentes debemos estar formados de manera permanente, tanto metodológicamente como en todo lo relacionado con la tecnología en el ámbito educativo, para poder diseñar, propiciar y gestionar este tipo de escenarios de aprendizaje digitales.
Los docentes que llevamos más de una década aprendiendo, introduciendo la tecnología en el aula y debatiendo sobre “El uso de la tecnología en la educación y el aprendizaje hoy” somos conscientes de la importancia de la tecnología educativa. Hoy más que nunca, en esta situación desconcertante que nos ha tocado vivir por el COVID-19, se antoja imprescindible.
Los que otrora fuimos etiquetados como «profesores frikis» (en alusión a los profesores «raros» que usaban la tecnología en educación), incluso ayer mismo en tono cariñoso me decía una compañera docente universitaria que necesitaba ayuda de un profesor «friki», en estos momentos, y hablando con propiedad, deberíamos ser etiquetados de manera legítima con el nombre de «docentes digitalmente competentes«.
¿Friki o digitalmente competente? Sinceramente no me importa, en absoluto. La etiqueta es lo de menos. Lo realmente importante es el aprendizaje de nuestros alumnos y, hoy día, la competencia digital es un ingrediente básico del menú de la Educación del siglo XXI. A partir de aquí… que cada docente elija su camino. Eso sí, sin olvidar que ese camino que elijan marcará la senda de aquellos por los que transitarán sus alumnos. Está en sus manos que esos caminos sean empededrados, carentes de servicios y llenos de obstáculos o, por el contrario, amplias y despejadas autopistas, repletas de los mejores servicios para el aprendizaje. Yo, lo tengo claro. Hace una década, usar la tecnología en el ámbito educativo podría ser una opción. Hoy, año 2020, es una obligación.
Lo anterior no es una simple valoración personal. Por supuesto, no tienes la obligación de creerme a mí; pero sí a todas las administraciones educativas y a los distintos organismos internacionales. Entre ellos, la Comisión Europea afirma: Competencia digital: la habilidad vital del siglo XXI para el profesorado y el alumnado.
Cuestionario interactivo de Polinomios
El Congreso Iberoamericano «La educación ante el nuevo entorno digital» pretende ser un espacio donde cualquier docente pueda dar a conocer proyectos o experiencias relacionadas con cualquier área temática, pero con el denominador común del entorno digital en el que ya estamos inmersos. Se está desarrollando del 5 de noviembre al 15 de diciembre de 2019 en el Campus Virtual de Congresos de Formación IB.
Título
Decimales y fracciones entre textos e imágenes: una experiencia de aprendizaje basada en la elaboración de cómics digitales.
Autoría
Resumen
Esta investigación-acción tiene como objetivo la construcción de cómics matemáticos para facilitar el aprendizaje de fracciones y decimales. La justificación del uso del cómic radica en la motivación de los estudiantes por el uso de información visual, que al combinarla con el texto puede dar lugar a elementos de desarrollo de habilidades, creatividad y la lectura de contenido (Urbani, 1978, citado en Toh, 2009). El soporte tecnológico se sostiene en una de las dimensiones de la competencia digital (Marqués, 2009), la dimensión del aprendizaje, expresada como transformación del contenido en adquisición del conocimiento. Además, el cómic se considera una herramienta con potencial para el aprendizaje de las matemáticas, por sus capacidades creativas y visuales (Cleaver, 2008) así como una posibilidad de mejora en la alfabetización de los estudiantes (Tilley, 2008).
La investigación describe el proceso y resultados de una experiencia en el tercero de Enseñanza Secundaria Obligatoria, en Matemáticas orientadas a las enseñanzas académicas. El contenido a trabajar viene delimitado por el criterio de evaluación “utilizar las propiedades de los números racionales para operarlos, utilizando la forma de cálculo y notación adecuada, para resolver problemas de la vida cotidiana, y presentando los resultados con la precisión requerida” (RD. 1105/2014, p. 391).
Los estudiantes construyen un cómic, utilizando una herramienta digital. Para el análisis de los resultados del conocimiento matemático expuesto se definen categorías que facilitan la identificación de cumplimiento de los estándares de aprendizaje. Estas categorías se construyen sustentadas en la investigación previa para el conocimiento matemático, desde la enseñanza y del aprendizaje de los números racionales. Las categorías que se utilizan son: el sentido dado a los algoritmos según su significado (que incluye la forma de utilizar los algoritmos y la resolución), la tipología del contexto que se utiliza para situar el objeto matemático, el rigor del lenguaje matemático, cómo se presentan los números (en forma decimal o fracción), y la reflexión final con los datos y resultados expuestos.
Los resultados muestran distintos contextos que agrupamos como realistas y ficticios, donde estos últimos dan lugar a aquellos que dan sentido al objeto matemático y los que resultan forzados para introducir tanto el número como el algoritmo utilizado. Se utilizan distintos algoritmos, basados en suma y multiplicación; los cálculos implican usos como porcentaje, cálculo de las partes de un todo y equivalencia. En aquellas tareas que implican uso de algoritmos, los números base son fracciones en lugar de decimales. Encontramos tareas que finalizan de una manera reflexiva agrupando todos los datos utilizados a modo de recopilatorio para dar lugar a un ejercicio, y su solución. No aparecen demasiadas conversiones entre fracciones, y cuando lo hacen son para dar lugar a números que faciliten la interpretación de las partes de un todo. Los errores que aparecen surgen de cálculos encadenados entre fracciones, no siendo explícito si el cálculo es desde el paso anterior o desde el inicio, o cuando resultados dan lugar a números decimales y el contexto hubiese necesitado un número natural para su interpretación.
https://congresoib.com/969joaquin-asenjo-perez/videos/video/302-decimales-y-fracciones-entre-textos-e-imagenes-una-experiencia-de-aprendizaje-basada-en-la
Esperando que os haya gustado esta investigación-acción en el campo de la Educación Matemática, queremos agradecer a Formación IB, a la UNED y a todas las personas que han apoyado y hecho posible este evento, de una u otra manera.
Si hace algunos meses compartía Encuesta: Betis-Sevilla. Propuesta didáctica #STEM para trabajar con la placa micro:bit #microbitedu y Scratch 3.0 #Scratch3, aplicación que muestra cómo realizar un sistema de encuesta integrando la placa programable micro:bit y la nueva versión de Scratch (Scratch 3.0), en esta entrada comparto pequeño programa que muestra como representar un diagrama de barras con Scratch, concretamente representa la serie histórica de la datos con la evolución de la población mundial.
La que hoy comparto es una propuesta didáctica para trabajar la representación de gráficos tan frecuentes en Estadística, como los diagramas de barras, con Scratch 3.0.
Para adaptarlo, basta modificar el escenario (nombres de los ejes de coordenadas) así como modificar las listas de datos a representar, pudiendo ser adaptada a otros contextos.
Para su elaboración he usado los bloques de Scratch 3.0: Movimiento, Apariencia, Eventos, Control y Variables, así como la extensión Lápiz.
Diagrama de barras. Evolución población mundial
Una vez concluido el curso escolar 2018/2019, en estos primeros días del caluroso julio en los que andamos inmersos en la preparación del siguiente curso, casi sin solución de continuidad, rondan por nuestra cabeza, flashes, de los diferentes momentos y experiencias de aula, de las distintas propuestas didácticas de enseñanza aprendizaje implementadas en el aula a lo largo del curso escolar.
Una de estas experiencias es la que ha motivado la redacción de este post, la cual espero sirva de ayuda e inspiración para otros compañeros/as docentes, interesados en trabajar la competencia comunicativa, desde Áreas No Lingüísticas (ANL), en este caso desde el Área de Matemáticas.
Si la incorporación de tareas comunicativas se podría ver como un hecho consumado en el ámbito de las Áreas Lingüísticas (AL), aún queda un camino importante por recorrer en las actuaciones encuadradas dentro de las denominadas Áreas No Lingüísticas (ANL).
Tomando como punto de partida mi concepción del aprendizaje como un todo integrado, funcional y utilitario e interconectado (interdisciplinar), más allá del aprendizaje aislado basado en el modelo de compartimentos estancos (materias), considero que en un contexto digital y de alfabetización audiovisual como el que nos encontramos, bien entrado el siglo XXI, y en la línea en la que vengo trabajando desde hace años en aulas matemáticas de Secundaria y Bachillerato andaluzas, conectando Lengua, Matemáticas y TIC en el aula (buscar LingMáTICas en la web o artículo en Educación 3.0, primavera de 2012), consideré interesante poner en marcha una propuesta para trabajar la competencia comunicativa:
con especial énfasis en la oralidad
a través de la lectura de novelas juveniles de divulgación matemática
integrando las TIC
La propuesta de intervención diseñada e implementada demandaba un papel eminentemente activo para mis aprendices, fomentando la comprensión y fluidez lectora, la capacidad de síntesis, la oralidad y la creatividad, haciendo uso de dispositivos móviles para elaboración de productos multimedia (artefactos digitales como podcasts, pósters digitales…), trabajando así en altas dosis la competencia comunicativa.
Descripción de la propuesta de intervención
A continuación comparto presentación conteniendo: descripción, tareas, instrumentos y enlaces a alguno de los productos elaborados por los alumnos durante el desarrollo de la propuesta que he desarrollado para trabajar la oralidad, conjuntamente con el plan lector, en Matemáticas Orientadas a las Enseñanzas Académicas (3º de ESO). La propuesta queda enmarcada en el desarrollo del año 2 del Proyecto Lingüístico de Centro (PLC), en el que participamos desde el IES San Antonio de Bollullos Par del Condado.
https://tinyurl.com/oralidad-plc-lmia-1819
Espero resulte de utilidad el material compartido. Si crees que puede servir a algún compañero/a, no dudes en compartirla en tus redes sociales. Ya me contaréis que os parece, mediante comentarios debajo de esta entrada, por correo-e o a través de las redes sociales.
Por último, aprovecho la ocasión para desearos a todos/as los/as amigos/as visitantes/as de este blog, un feliz verano.
Hace años escribí una trilogía de posts sobre los estudios de matemáticas y su empleabilidad. El último de ellos, Tiempos de crisis, titulación con futuro. Hazte matemátic@ (y III).
En el primero de ellos realizaba un llamamiento, hacia el reclutamiento de estudiantes universitarios matemáticos y escribí literalmente:
“Somos los linces ibéricos del gremio de titulados (graduados) universitarios. Hazte matemátic@ y salva la especie”.
En los siguientes posts observé cómo, afortunadamente, los datos indicaban que ambas poblaciones, la de matemáticos/as y la de linces ibéricos, evolucionamos a la par, abandonando el peligro de extinción, mostrando mi alegría por ello.
Casi 9 años más tarde, en un excepcional reportaje publicado en El País Semanal, el cual lleva por título Las mentes matemáticas mueven el mundo, leo con satisfacción lo que se evidencia a diario, pero abordado desde diferentes perspectivas con protagonistas relevantes en distintos ámbitos, que no es otra cosa que, los/as matemáticos/as hemos pasado de linces a unicornios, pasando por centauros. Sigue leyendo y encontrarás la justificación a esta afirmación que acabo de escribir.
El citado reportaje, de obligada lectura diría yo, aborda la potencia de las matemáticas desde 6 ópticas (La academia, Big data, Start-up, Supercomputación, La Olimpiada y Economía) y comienza con el párrafo que vemos en la imagen.
Jorge Osés, logroñés de 22 años, en quinto del doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática, cuenta en el descanso que ya está trabajando en Graphext, compañía que desarrolla una herramienta para el análisis de datos. “Las empresas”, dice, “valoran tu capacidad para resolver problemas”. Se metió en Matemáticas porque quería superar un reto difícil. “Ahora sé que soy capaz de hacer cualquier cosa. Tengo confianza en mí mismo. Matemáticas es pensar, con presión, y sin una base. La carrera no consiste en memorizar. Te plantean problemas, te preguntan cosas nuevas”. Big data, inteligencia artificial, finanzas. El mundo digital es una locomotora. Y son pocos quienes tienen la llave para amasar la harina de este nuevo universo regido por el cálculo. Según Osés, “es más fácil contratar a un matemático y enseñarle economía que contratar a un economista y enseñarle matemáticas”.
El veterano catedrático Antonio Córdoba, director del Instituto de Ciencias Matemáticas, describe un nuevo tipo de criatura: “Ese centauro que forma el matemático con su ordenador es el espécimen más innovador que existe ahora mismo en la ciencia”. Siempre ha habido interacción de las matemáticas con todo, añade. “Pero desde la Segunda Guerra Mundial, y con la aparición de los grandes ordenadores —por cierto, creados por matemáticos—, ha ido in crescendo”. Córdoba compara la disciplina con una pirámide en cuyo vértice superior se encuentran los investigadores. Los matemáticos más creativos, personas que piensan en problemas sin necesidad de una aplicación en el mundo real. Pero sin los cuales no existirían avances en otros campos. Por debajo se encuentra la matemática aplicada. “Es este segundo estadio, el de la aplicación de los modelos matemáticos a ingeniería o economía, el que ha crecido”, dice. “El big data está muy bien. Pero se basa en teorías desarrolladas en la cumbre”. Ese es el propósito de este reportaje: un recorrido por las secciones de esa pirámide para entender el papel de las matemáticas en la revolución tecnológica.
“Ese centauro que forma el matemático con su ordenador es el espécimen más innovador que existe ahora en la ciencia”, dice Antonio Córdoba
El despacho de Ignacio Luengo, catedrático de Álgebra en la Complutense, se encuentra en la última planta de la Facultad y en él reina un caos de libros y folios con fórmulas escritas a mano. Es experto en singularidades. Durante siete años ha estado trabajando en un sistema de encriptación capaz de resistir la potencia de cálculo de un futuro ordenador cuántico. Para evitar que, cuando aparezca, toda la información que circula en la Red, y que hoy permanece cifrada gracias al teorema de Fermat, quede al desnudo. Presentó su protocolo (tres páginas llenas de polinomios) a un concurso público del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) de EE UU y aún se encuentra en fase de valoración. En su opinión, “ahora el mundo se está dando cuenta de que las matemáticas están por todas partes. Todos saben lo que son los algoritmos. Gobiernan la estrategia de grandes empresas y también nos ayudan a ligar. Yo terminé la carrera en el año 1975; en esa época, la mayoría venía pensando que iba a ser profesor de instituto. Eso ha cambiado. Hoy los alumnos quieren trabajar en la industria”.
El decano de Matemáticas de la Complutense, Antonio Bru, … explica que últimamente las empresas se acercan a la universidad para llevarse a los mejores. “Ayer justo el BBVA fichó a un alumno para temas de big data. Quieren personas preparadas para responder a problemas difíciles. Que sepan plantearlos y resolverlos. Con un grado de conocimiento matemático que permita describir y simular muchos procesos. Un todo en uno capaz de enfrentarse a casi cualquier problemática de manera eficiente”. Los salarios en el sector privado son tan competitivos que, según el decano, “el propio éxito de las matemáticas puede ir en su contra”. Hoy, la posibilidad de encontrar un empleo estable en la universidad es reducida. Lo cual desalienta a muchos doctores. Y desciende también el número de quienes quieren ser profesores en secundaria (en las últimas oposiciones se quedaron sin cubrir unas 300 plazas de profesores de Matemáticas, denunció el sindicato CSIF). “Puede ser el principio de nuestra muerte”, dice Bru. “Porque hay que explicar bien las matemáticas en el colegio y en la universidad. Y potenciar la investigación básica. El riesgo es que nos perdamos la revolución tecnológica”.
La omnipresencia de Google, el Internet de las cosas, las tarifas dinámicas de Uber y Cabify, las recomendaciones de Facebook e Instagram. Los datos son el nuevo petróleo. Y solo unos pocos parecen capaces de dominarlos. El primer empleo de la canadiense Holden Karau, antes incluso de acabar la carrera de Matemáticas en Ciencia de Computación, fue desarrollar para Amazon un modelo capaz de discernir entre las dos acepciones de la palabra rabbit en inglés. Una es “conejo”; la otra, “vibrador”. Llegó a ser ingeniera principal de software de big data en IBM. Hoy trabaja para Google, donde se dedica a enseñar lo que sabe y a supervisar lo que otros hacen dentro del gran buscador. Tiene 32 años, vive en San Francisco, pero recorre el globo dando conferencias en las que el contenido resulta un laberinto futurista. En noviembre participó en Madrid en el evento Big Data Spain. Salió al escenario vistiendo un largo abrigo de pelo blanco decorado con luces de colores y una capucha coronada con un cuerno. “Un científico de datos veterano es un unicornio”, se presentó. “Somos muy difíciles de encontrar”. Risas entre los asistentes, como preludio de una charla sobre Apache Spark —un “motor de análisis unificado para procesamiento de datos a gran escala”, define una web especializada—, “conductos de información” y “modelos de regresión lineal”. Karau bromea: “En ocasiones he roto cosas que valen millones”. De nuevo risas, porque los presentes parecen expertos en el arte de cosechar miles de datos, tratarlos y explotarlos.
“La carrera no consiste en memorizar. Te plantean problemas, te preguntan cosas nuevas”, explica un estudiante de Matemáticas e Ingeniería Informática
Mohamed Umair, paquistaní de 23 años, pedalea en las calles de Barcelona guiado por un algoritmo. Trabaja desde hace un año a lomos de una bicicleta para la compañía Glovo. Glovo es una start-up que recibe órdenes de clientes que piden algo, sobre todo comida, aunque puede ser cualquier cosa —condones, una guitarra, flores—, y envía ciclistas o motoristas a recoger el pedido y llevarlo hasta el destinatario. Ese proceso de asignación, que determina cuál es el mejor repartidor para cada pedido optimizando tiempo y distancia, es un proceso matemático complejo. La solución la calcula un algoritmo y la ejecutan personas como Umair. “Trabajo todos los días. Unas 8 o 10 horas. Hago una media de 70 u 80 kilómetros. Si la jornada es buena, quizá 110”, dice el paquistaní. “El trabajo está bien, por los ingresos. El empleo en el restaurante no era mejor. Aquí gano más, entre 1.200 y 1.500 euros al mes”.
La sede de Glovo en Barcelona ocupa dos plantas. La empresa nació en esta ciudad en 2015. Su jefe de tecnología, el canadiense Bartek Kunowski, también dio sus primeros pasos en Amazon (desarrollando un algoritmo de recomendación). Sobre Glovo, Kunowski dice: “Somos una compañía tech. Todo está basado en ciencias de la computación, es decir, en matemáticas”. Habla del algoritmo húngaro, pero también de los miles de datos que recolectan y almacenan, con los que pronostican la futura demanda. Y de sus modelos de machine learning(sistemas que aprenden automáticamente). Los cálculos se hacen para más de 60 ciudades de 20 países. Kunowski lidera un equipo internacional de 70 personas; son físicos, ingenieros, matemáticos y análogos, diestros en computación y código, que han de encajar con la cultura de la empresa: “Gente a la que le guste la tecnología, resolver problemas y que adoren las matemáticas”.
El silencio de la vieja capilla es sepulcral. Hay una enorme urna de cristal transparente en el centro, y en su interior, como un tótem de nuestra era, se yerguen hileras de bastidores con miles de chips, nodos y procesadores. Para acceder a la urna hay que superar una puerta de seguridad. Dentro, el zumbido de los ventiladores vibra como la sala de máquinas de un barco. El ambiente es frío, pero si uno abre la espalda de una de las torres se libera un calor digital. Se ven cables, placas, lucecitas. “Esto es pura matemática”, dice el ingeniero que lo vigila.
Este supercomputador, el más potente de España y el quinto de Europa, llamado Mare Nostrum IV,alcanza una potencia pico de 13,7 petaflops, lo cual significa que puede ejecutar 13.700 billones de operaciones por segundo. Es difícil imaginarlo. Tampoco sus aplicaciones resultan demasiado comprensibles: gracias a esta máquina se han podido observar las ondas gravitacionales que Einstein predijo (el equipo LiGO, ganador del Nobel en 2017 por este trabajo, realizó parte de los cálculos en el Mare Nostrum). El supercomputador se encuentra en el campus de la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona, en este espacio que fue una capilla en el siglo XIX. Un emplazamiento tan exótico que Dan Brown lo usó como escenario de su novela Origen, en la que mezcla guerras de religión y ordenadores cuánticos.
En un edificio cercano se encuentran los investigadores del Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (BSC, por sus siglas en inglés), centenares de personas entregadas a las tareas más variopintas. Entre ellos abundan los matemáticos. Personas como Eva Casoni, de 36 años, doctora en Matemáticas, que se dedica a la simulación numérica de materiales. Es decir, provoca desastres aterradores: disecciona aortas y deforma el fuselaje de los aviones hasta romperlos, pero en un mundo ficticio, el de los cálculos matemáticos, empleando para ello “ecuaciones con un montón de parámetros” que solo son posibles de resolver a través de la supercomputación. La italiana Enza di Tomaso, doctora en Ingeniería Matemática, trabaja en el departamento de clima y se dedica a simular el movimiento de millones de partículas en la atmósfera, lo cual resulta útil para predecir las tormentas de arena —trabaja en coordinación con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)—.
María Gaspar tiene mucho que ver con el creciente prestigio de las matemáticas… “Antes, los buenos tenían que disimular”. Gaspar también es profesora de Estalmat, un proyecto de detección y estímulo del talento precoz. Son clases de matemáticas puras que se imparten en fin de semana en toda España a menores sobresalientes. Y también tratan de ir un paso más allá: un empleado de IBM, por ejemplo, les dio hace poco lecciones de programación en R, lenguaje habitual en biomedicina y matemática financiera.
… Pablo Hernández, analista encargado del estudio, afirma: “Las matemáticas son un driver del crecimiento a largo plazo”. (En otros países europeos, donde se han hecho estudios similares, aseguran que las matemáticas contribuyen al PIB entre un 10% y un 15%, publicó Europa Press).
Lo mostrado en este post es sólo una pequeña parte del contenido del artículo publicado en El País Semanal: Las mentes matemáticas mueven el mundo.
Tras realizar su lectura completa, ¿aún necesitas más argumento de peso para hacerte matemátic@? ¿A qué esperas?